HISTORIA
Los egipcios, griegos y
romanos la utilizaron con frecuencia. Un herbario del siglo XIX dice que las semillas
podían ayudar a las señoras a tener una tez pálida; su autor subraya que "las
señoras modernas tienen en perfecta cuenta esta recomendación". Se dijo también
que la inclusión de la alcaravea en las pócimas amorosas incrementaba la fidelidad de
los amante, y que facilitaba la digestión.
Se han encontrado semillas fosilizadas de la era mesolítica ósea unos 5000 años atrás.
En la sexta centuria en Persia utilizaron esta semilla como moneda ya que fue utilizada
para pagar los impuestos.
La historia dice que el rey persa Khosru (falleció en el año 579) le ofreció a su
esposa favorita comprarle joyas por un monto igual al 10% de la recaudación de impuestos.
Sorpresa fue para la esposa encontrar una bolsa de semillas de alcaravea en lugar de las
joyas a lo que el rey respondió informándole que eran más valiosas que el oro porque
curaban la indigestión causada por el excesivo comer en los frecuentes banquetes.
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USO CULINARIO
Estas semillas de sabor muy
particular, se utilizan hoy en día en la elaboración de pasteles y en la del licor
kummel. Se pueden añadir al pan, caldos, sopas, verduras, manzanas al horno y quesos.
Muy usada en Suecia y Noruega en panes y crackers; mientras que en Alemania se la usa en
la elaboración de quesos.
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